lunes, 30 de enero de 2017

Maiz



MORFOLOGÍA Y TAXONOMÍA

NOMBRE CIENTIFICO: zea  mays.

PERTENECE A LA FAMILIA: gramínea

De gran potencia y rápido desarrollo. El tallo puede elevarce alturas de hasta 4 metros, e incluso más en alguna  variedades. Las hojas son anchas y abrazaderas. La planta es diclina y monaica. Las flores femeninas aparecen en las axilas de algunas hojas y están agrupadas en una espiga rodeada de varias bacterias. Las flores masculinas suelen aparecer en la extremidad del tallo y están agrupadas en piniculas.
La mazorca está conformada por una parte central llamada zuro, llamada por agricultores corazón o pirulo. El grano se dispone en hileras longitudinales, teniendo cada mazorca varios centenares.


Nascencia: comprende el período que transcurre desde la siembra hasta la aparición del coleóptilo, cuya duración aproximada es de 6 a 8 días.
Crecimiento: una vez nacido el maíz, aparece una nueva hoja cada tres días si las condiciones son normales. A los 15-20 días siguientes a la nascencia, la planta debe tener ya cinco o seis hojas, y en las primeras 4-5 semanas la planta deberá tener formadas todas sus hojas.
Floración: a los 25-30 días de efectuada la siembra se inicia la panoja en el interior del tallo y en la base de éste. Transcurridas 4 a 6 semanas desde este momento se inicia la liberación del polen y el alargamiento de los estilos.
Se considera como floración el momento en que la panoja se encuentra emitiendo polen y se produce el alargamiento de los estilos. La emisión de polen dura de 5 a 8 días, pudiendo surgir problemas si las temperaturas son altas o se provoca en la planta una sequía por falta de riego o lluvias.
Fructificación: con la fecundación de los óvulos por el polen se inicia la fructificación. Una vez realizada la fecundación, los estilos de la mazorca, vulgarmente llamados sedas, cambian de color, tomando un color castaño.
Transcurrida la tercera semana después de la polinización, la mazorca toma el tamaño definitivo, se forman los granos y aparece en ellos el embrión. Los granos se llenan de una sustancia leñosa, rica en azúcares, los cuales se transforman al final de la quinta semana en almidón.
Maduración y secado: hacia el final de la octava semana después de la polinización, el grano alcanza su máximo de materia seca, pudiendo entonces considerarse que ha llegado a su madurez fisiológica. Entonces suele tener alrededor del 35% de humedad.
A medida que va perdiendo la humedad se va aproximando el grano a su madurez comercial, influyendo en ello más las condiciones ambientales de temperatura, humedad ambiente, etc., que las características varietales.


Temperatura: para la siembra del maíz es necesaria una temperatura media del suelo de 10 ºC , y que ella vaya en aumento. Para que la floración se desarrolle normalmente conviene que la temperatura sea de 18 ºC como mínimo. Por otra parte, el hecho de que deba madurar antes de los fríos hace que tenga que recibir bastante calor. De todo esto se deduce que es planta de países cálidos, con temperatura relativamente elevada durante toda su vegetación.
La temperatura más favorable para la nascencia se encuentra próxima a los 15 ºC.
En la fase de crecimiento, la temperatura ideal se encuentra comprendida entre 24 y 30 ºC. Por encima de los 30 ºC se encuentran problemas en la actividad celular, disminuyendo la capacidad de absorción de agua por las raíces.
Las noches cálidas no son beneficiosas para el maíz, pues es la respiración muy activa y la planta utiliza importantes reservas de energía a costa de la fotosíntesis realizada durante el día.
Si las temperaturas son excesivas durante la emisión de polen y el alargamiento de los estilos pueden producirse problemas.
Si sobrevienen heladas antes de la maduración sin que haya producido todavía la total transformación de los azúcares del grano en almidón, se interrumpe el proceso de forma irreversible, quedando el grano blando y con un secado mucho más difícil, ya que, cuando cesa la helada, los últimos procesos vitales de la planta se centran en un transporte de humedad al grano.
Humedad: las fuertes necesidades de agua del maíz condicionan también el área del cultivo. Las mayores necesidades corresponden a la época de la floración, comenzando 15 ó 20 días antes de ésta, período crítico de necesidades de agua.
En España el maíz es planta propia de los regadíos o de los secanos húmedos del norte y noroeste.
Suelo: el maíz se adapta a muy diferentes suelos. Prefiere pH comprendido entre 6 y 7, pero se adapta a condiciones de pH más bajo y más elevado, e incluso se da en terrenos calizos, siempre que el exceso de cal no implique el bloqueo de micro elementos.


La extracción media que se calcula de elementos nutritivos de NPK en el maíz es, por tm , de 25 kg de N, 11 kg de P2O5 y 23 kg de K2O.
Por cada 1.000 kg de cosecha de grano esperada se pueden dar, como orientativas, las siguientes cantidades de abono, expresadas en unidades de N, P2O5 y K2O:
N 30 Ud.
P2O5 15 Ud.
K2O 25 Ud.                         
Si se espera una producción de 10.000 kg por ha, las cantidades expresadas habrá que multiplicarlas por 10, y si la cosecha esperada es de 12.000 kg, habrá que multiplicarlas por 12, etc.
El análisis del suelo nos dirá si existe o no fósforo o potasio asimilable y, según las cantidades existentes, podrán modificarse estas cifras que damos como orientación. Igualmente, habrá que tener en cuenta si ha habido un estercolado en año próximo, si le ha precedido el cultivo de una leguminosa, etc.

El N influye en el rendimiento y también en la calidad, pues de él depende el contenido en proteínas del grano. Cuando la planta padece hambre de N, disminuye el vigor, las hojas son pequeñas, las puntas de las hojas toman color amarillo, que poco a poco se va extendiendo a lo largo de la nervadura central, dando lugar a una especie de dibujo en forma de V.
Al acentuarse la carencia de N, la hoja entera amarillea, y paulatinamente van poniéndose amarillas las hojas por encima de la primera.
Cuando los daños son causados por sequía, las hojas también se vuelven amarillas, pero entonces se produce el fenómeno en todas al mismo tiempo.
La absorción del N tiene lugar, especialmente, en las cinco semanas que transcurren desde diez días antes de la floración hasta veinticinco o treinta días después de ella. Durante estas 5 semanas la planta extrae el 75% de sus necesidades totales.
Las mazorcas procedentes de plantas que han sufrido falta de nitrógeno tienen las puntas vacías de grano

MAGNESIO

En algunas regiones españolas, en terrenos arenosos, puede presentarse carencia de magnesio. Puede detectarse por presentar la planta rayas amarillentas a lo largo de las nerviaciones y, con frecuencia, color púrpura en la cara inferior de las hojas bajas.
Si se observa la falta de magnesio puede corregirse en el maíz sembrando, en años sucesivos, con abonos que contengan magnesio. En general, las mazorcas que han sufrido carencia son de menor tamaño que las procedentes de plantas bien nutridas. 


Aplicación de herbicidas en el cultivo del maíz

Estos días comienza la siembra del maíz, el cultivo forrajero más importante en la alimentación del ganado de vacuno de leche en Galicia. El control de las malas hierbas es un reto para todos los agricultores. He aquí unos consejos de investigadores del CIAM. Para obtener una buena producción de maíz es muy importante desarrollar un control eficaz de las plagas y las malas hierbas. En el control de malas hierbas se pueden utilizar tanto métodos de control mecánicos como métodos químicos con la aplicación de herbicidas. En este trabajo nos vamos a centrar en el control de las malas hierbas por métodos químicos.El empleo de herbicidas puede realizarse en presiembra, en pre-emergencia y en postemergencia, para lo que existen diversas materias activas de acción herbicida y varias formulaciones dónde se combinan estas materias activas.

Herbicidas en presiembra

La aplicación de herbicidas en presiembra es recomendable:
(1) Si la parcela tiene un alto contenido de hierbas perennes o vivaces, tales como estolones de grama (Cynodon dactilon), rizomas de cañota (Según hallepense) o bulbillos de juncia (Cyperus esculentum).
(2) Si no se esperan lluvias de importancia o no se riega en los diez días posteriores a la siembra.
Se recomienda utilizar dosis máximas si el suelo presenta un alto contenido en materia orgánica, ya que parte de la acción del herbicida queda retenida por la materia orgánica y la incorporación diluye la dosis de materia activa. Los herbicidas deberían aplicarse el mismo día o el día anterior a la siembra, tratando de incorporarlo en la capa más superficial del perfil del suelo, utilizando para ello una grada o fresadora.
En presiembra se aplican herbicidas que pueden tener una o varias materias activas y que se puedan combinar en diferentes dosis. Su efecto es sobre yemas o rizomas recién brotados en las plantas perennes o sobre el coleóptilo o la raicilla de la plántula recién germinada de la semilla en las plantas anuales y deben de cubrir el máximo espectro de acción posible.
Las materias activas más comúnmente recomendados son Metalocloro y S-metalacloro, para monocotiledóneas; terbutilazina para dicotiledóneas y dimetenamida-p para el control de algunas gramíneas y dicotiledóneas. Los podemos encontrar en forma de varios nombres comerciales: Camix (Mesotriona+S-metalacloro), Primextra Líquido Gold o Tyllanex Magnum (S-metalacloro+ terbutilazina) y Spectrum (dimetenamida-p).
Herbicidas en pre-emergencia
La aplicación de herbicidas de pre-emergencia debe de realizarse después de sembrar el maíz y antes de su nacimiento, mediante una aplicación superficial y con previsión de lluvias débiles dentro de los diez días posteriores a la siembra para su correcta incorporación.
Las materias activas más comúnmente utilizadas son básicamente las mismas que las utilizadas en presiembra, S-metolacloro, dimetenamida-p para control principalmente de hierbas gramíneas y hoja estrecha y, terbutilazina, mesotriona y pendimetalina para el control principalmente de dicotiledóneas. Linurón e isoxaflutol son menos específicas en el control de uno u otro tipo de hierba.
Cuando el maíz crece bajo buenas condiciones de la acción del herbicida, este protege al cultivo de malas hierbas durante 5 a 8 semanas.
Los herbicidas más utilizados son Camix, Primextra Líquido Gold, Tyllanex Magnum, Spectrum, más un amplio abanico de herbicidas, disponibles en el mercado, que contienen pendimetalina (Elevator, Prowl, Ordago, etc.).
Herbicidas en postemergencia
Los herbicidas en postemergencia se aplican cuando el maíz ya ha nacido y se encuentra en buenas condiciones de crecimiento, nunca bajo condiciones de estrés o cuando se observa sequía o frío. En esta fase del desarrollo de la planta debemos de identificar correctamente las malas hierbas existentes en nuestra parcela para poder seleccionar la mejor materia activa que frene o elimine su desarrollo. Los herbicidas de postemergencia pueden ser de contacto o sistémicos. Los de contacto queman y poseen un efecto visual muy rápido, los sistémicos tienen que entrar dentro de la planta y tiene un efecto visible a más largo plazo.
Las principales sustancias activas utilizadas en postemergencia son: Hoja estrecha: nicosulfuron, presente en los herbicidas Nicogan, Sajón, Milagro, Chaman, Samson, etc. y sulcotriona en Decano y Pentagón, utilizadas ambas en la eliminación de malas hierbas de hoja estrecha.
Hoja ancha: bromoxinil (Arpix ter, Bromotril, Duvaster Post, etc.), sulcotriona (Decano, Pentagón, Shado, Sulcogan) y dicamba+prosulfurón (Casper), utilizados para eliminar malas hierbas de hoja ancha.
Todo tipo de malas hierbas: Nicosulfuron+mesotriona, que puede ser utilizada para casi todo tipo de malas hierbas (Elumis).
Juncia: La sulcotriona controla eficazmente la juncia en estado de 2-3 hojas, pudiendo repetir la aplicación a los 15 días en buenas condiciones del cultivo del maíz.

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